- Haber si lo he entendido... ¿Yo comparto el Vodka con ella? ¿No podía ser mejor con otra persona?
- ¿Tienes algún problema conmigo? - dice ella ofendida
- No ratilla contigo ninguno, sino con tu hígado de hierro. Te lo vas a beber todo - Dice él gracioso. Ella se lanza hacia él para pegarle un manotazo. Él intenta evitarlo pero choca con la pared y ella consigue alcanzarlo. - Eh, para, para... - Dice riéndose mientras ella le propina unos cuantos golpes. - Lo veis, ¿Qué os he dicho? - Dice mirando a los demás presentes - No me la puedo despegar de encima... - Ella entonces le pega aun más y él rie como loco. Una chica como ella no puede hacerle daño con la poca fuerza que tiene.
- Siento tener que beber con una nenaza como tú - Dice ella picada. - Bueno, pásame los hielos anda y cállate.
- Aquí no bebemos con hielos princesa, no somos tan tiquismiquis. Además, sin hielos sube más
- No me importa que suba más. Yo quiero hielos.
- Pues adelante, ve a la Antártida a buscarlos. Ahora todas las tiendas están cerradas. Deberías haberlo pensado antes.
- No he sido yo la que he comprado Vodka barato, gracias
- No, no has sido tú. Y por eso deberías agradecer que lo haya comprado yo y vayas a tener el honor de poder compartirlo conmigo, gracias. - Dice él irónico
- Chicos, ¿Pero por que discutis tanto si en realidad os quereis? - Pregunta Víctor entrando al trapo. Carolina, su novia le da un empujón con el codo. - ¡Au! ¿Qué pasa? ¿No me habías dicho que se habían liado? - Carol vuelve a pegarle discretamente otra vez.
- Esto... chicos, ¿Alguien necesita ir a soltar una meada por algún rincón de esta puta calle? - Dice uno de los amigos de él. Él sin dudarlo un segundo tiene ganas de hacerlo. Pasa de tener que explicar nada al curioso y patoso de Víctor. Le dedica una mirada a ella. Ella se la devuelve y después camina hacia delante con sus amigos. Carol, Víctor y ella se quedan solos con las bebidas esperándolos.
- ¿Pero no te habías liado con él? - Pregunta Carol
- ¡No! - Miente ella
- ¿No? - Se sorprende Carolina
- ¡No!
- ¿No? - Dice Víctor
- Sí, vale ¡Sí!. Nos hemos besado. Nos liamos hace dos noches en las carpas. Sí ¿Y que pasa?
- ¡Oh! ¡Eso es estupendo! - Grita Víctor cogiéndola por los aires
- ¿Estupendo? ¡Es horrible! - Dice ella mientras vuela. Al escuchar esas palabras Víctor la baja del suelo perdiendo toda la euforia.
- ¿ Es que acaso él no te gusta?
- ... No.... - Dice ella finalmente
- ¿No? - Dicen extrañados la pareja a la vez mientras la miran perplejos con los ojos muy abiertos.
- ¡Ai! ¡No lo se vale! ¡No lo se!
- Si que lo sabes. Y tú a él también le gustas. Se os nota a mil kilómetros, estáis hechos el uno para el otro - Dice Víctor sacando su vena más romántica.
- Ya estamos, ¿De qué hablais? - Dice uno de los chicos que ha ido a echar la meadita acercándose a ellos.
- Nada, estamos hablando de que estos dos se gustan - Dice Víctor
- ¿Quién? ¿Qué ella me gusta a mí? - Suelta una carcajada él. - Eso es lo que le gustaría a ella
- No, eso es tu sueño más ferviente. No te hagas el duro - Dice ella chula pero en realidad muerta de verguenza.
- A tí te gusta, y él le gustas tú. Empate, no os peleeís - Continúa Victor.
- Yo me voy a por mis hielos - Dice ella encontrándolo como mejor opción para escapar de allí un rato y que se les olvide el tema.
- ¡Está todo cerrado! - Le repite él.
- No voy a una tienda. Voy a que me los regalen a un bar
- No te van a dar por tu cara bonita unos hielos guapa... - Dice el retándola
- Creo que me subestimas siempre. - Dice ella mientras se gira dirección al primer bar con la luz encendida.
Como siempre, parece que la noche promete. Y cuando se retiene tanta rabia acumulada pero a la vez tantas ganas del otro... las cosas siempre suelen acabar demasiado fogosas...
quiero más!! =)
ResponderEliminar