"Espero que vivas todos los días de tu vida"

jueves, 17 de noviembre de 2011

Capítulo 98- ÉL Y SOLO ÉL...



Solo dos pensamientos tenía en la cabeza: Él y él.

Estaba extraña, algo había cambiado estos días. Ya no hacía falta tener que discutir, ya no hacía falta esperar para conseguir lo que se deseaba. Simplemente sucedía, se dejaban llevar ¡Y vaya si se dejaban llevar! Tenían la filosofía de recuperar: “el tiempo perdido”. Así que se pasaban el día haciendo el amor, una y otra vez – imaginaros que felicidad extendida en el tiempo-. No se cansaban de besarse, despacio, rápido, suave, dulce… Mordiscos, cosquillas, caricias, y besos y más besos. A un lado, al otro. Sus piernas se cruzaban, al igual que sus brazos, sus cabezas, sus manos, sus dedos, su pelo. Estaban hechos a la medida perfecta, formaban un rompecabezas que parecía estar ya terminado, pulido, con cada una de sus piezas en la posición correcta, perfecta. Qué hermoso sería poder verme desde fuera, poder hacernos una foto todos los momentos que pasamos juntos, pensaba ella.

Se despertaban a cualquier hora en aquella habitación apartada de su casa - de la casa de él- , de la ciudad, del mundo en general… No existía el mundo, solo ellos dos. Todo iba, no había problemas… Cualquier energía negativa se alejaba de la luz que ellos desprendían. Solo reían y se miraban. Podían hacerlo durante horas, el tiempo pasaba pero para ellos estaba parado. Frente a frente sonreían como estúpidos y de vez en cuando uno de los dos decía: Hola. El contrarío sonreía sin decir nada y a veces también soltaba ese: hola. Hola, estoy aquí, hola, hola, hola, sí ¡Hola! Eso es lo que quiero hacer por siempre, decirte HOLA todos los días. Sí, algunos se empeñaban en que no, que todo era cuestión de tiempo, que algo así se terminaría, pero era amor de verdad. De ese de las películas que hace que te suban mariposas por el cuerpo; Que digo mariposas, ¡Toda clase de bichos! Era fascinante; Todo el tiempo la misma emoción.

Y así llegaron las vacaciones de Navidad. Es curioso, pero cuando llegan esas fechas, verdaderamente, huele a navidad. Tal vez sea una época triste o sentimental para algunas personas, pero para los enamorados la navidad es alegría, ilusión… Ya habían acordado pasar juntos la noche vieja. Ella contaba los días para que eso pasara, una noche vieja con él, seguro que prometía un nuevo año cargado de ilusiones y buena suerte. Iba todos los días a buscar el vestido perfecto para esa noche y siempre volvía con las manos vacías porque no había nada que estuviera a la altura para la ocasión. Aunque de todos modos, él la habría visto guapa de cualquier manera.

En noche buena cada uno cenaba con sus respectivas familias. Él con su familia numerosa, ya que la madre tenía doce hermanos la gran mayoría casados y con dos o tres hijos en el bolsillo. A veces, él creía ver a miembros nuevos que no conocía y otra se le olvidaban los nombres, era difícil poder recordarlos todos. Siempre cenaban lo mismo: Entremeses, ensaladilla rusa, y después pescado o carne siempre la misma por no perder las buenas costumbres. Chillidos de niños, villancicos, y risas se adueñaban de su casa por una noche ocupada por más de cincuenta personas.

En la casa de ella, cada año se hacía una comida sofisticada y variada. No se repetía lo mismo y los invitados a duras penas llegaban a diez. Carne recién hecha, pescado en salsa de setas caliente, arroz con crema de hiervas y queso fundido, caviar, endivias al roquefort, gambas frescas y peladas al alioli. Vino reserva, champagne para el poste, sorbete de limón y cava para hacer hueco a los segundos platos. Más de cuatro cubiertos para cada comensal y ¡Buen provecho!

Pero esa noche ella no podía esperar. Había quedado con él más tarde, después de la cena ¡Que ganas tenía de verlo! De volver a besar sus labios, de volver a tocar su pelo y abrazarlo. Mejor dicho, de que él le abrazara a ella y la acurrucara en sus brazos.

- ¿Por qué miras tanto el móvil? ¿Esperas a tu novio? – Pregunta la hermana pequeña metiéndose como de costumbre en sus asuntos, curioseando.

- No es mi novio…

- Si lo es… - Continúa la adolescente mientras le rasca la tripa a Luanda. – Sino no estarías tan enganchada al móvil.

- Solo nos vemos y lo pasamos bien…

- Entonces, ¿Por qué no salís?

- Porque sencillamente no quiero…

- Sí que quieres, ¿No será que no quiere él?

- No, el si quería

- Como lo sabes, ¿Te lo ha pedido y tu le has dicho que no?

Entonces a ella le invadieron las dudas por un instante. Era cierto, la adolescente listilla tenía razón, nunca se lo había preguntado. Él nunca le había dicho que eran, ni había mostrado ninguna intención en hacerlo. Entonces, ¿Qué era todo? Un juego, un capricho mutuo. Así ya esta, ¿Sin más? Las dudas se apoderaron de ella por un instante. El timbre de su casa interrumpe sus pensamientos.

- Es él – Dice susurrando para sí misma.

La hermana suelta una pequeña carcajada.

- Ves, tu sí que quieres salir con él…

- ¡Ais!- Dice mientras se levanta apresuradamente y le da un almohadazo a su hermana.

Ella se toca la cabeza mientras Luanda moviendo el rabo se levanta y sigue a la hermana mayor feliz hasta la puerta. Después de despedirse muy discretamente de toda la familia coge la mochila de la entrada y sale casi de puntillas sin intentar dar portazo. No quiere que sus padres se pongan a hacerle un interrogatorio de a dónde va, o con quien ha quedado.

- ¿Qué sucede? – Pregunta la madre al ver mirar a su marido por la ventana

- Nada… - Contesta este sin dejar de hacerlo

- Otra vez con ese chico

- Estará bien – añade tranquilo

- No quiero que le vuelvan a hacer daño…

- No lo harán, no lo harán, el chico parece sensato – Dice el padre – tiene un coche normal… - Y después sonríe-, una chatarra, eso es más típico de un muchacho de su edad. No como ese otro que cada día venía presumiendo con un deportivo distinto.

Mientras tanto, el en el coche se mira una vez por el espejo retrovisor para comprobar su aspecto. No está mal. Ella sale apresuradamente por la puerta de metal. El la mira, como algo torpe cierra la puerta y sonría. Ella se da la vuelta. Vaya, está preciosa, piensa él. Esta a dos metros y ya tiene ganas de besarla. Sale del coche, le da un abrazo y después cumple su deseo dulcemente, despacio.

- Tenía ganas de verte – añade

Ella sonríe y lo besa de nuevo. Y se hace el silencio en mitad de la noche.

- Ven entra al coche, tengo una sorpresa para ti.

- ¿Una sorpresa?

- Claro, es navidad ¿Qué esperabas? – Dice él con una sonrisa en la boca.

Y después de unos veinte minutos de conducción él detiene el coche en un mirador de la ciudad. Después la mira fijamente alegre, emocionado, con ganas de hacerla feliz.

- Aquí tienes – Dice él

Ella sonriente, emocionada y algo confusa coge una pequeña caja.

- ¿Un paquete de caramelos?

- Aján… - Dice él misterioso moviendo la cabeza. - ¿No te apetecerá uno?

- Ja, ja, ja… supongo que tengo que decir que sí

- Muy bien señorita…

Y el agarra la caja y la abre, vertiendo sobre la mano de ella algunos caramelos. Después sale un papel y después de sigue otro. Cada uno tiene una numeración. Abre primero el uno:

=D “Para una chica dulce como tú, un paquete de caramelos no tan dulce como ella”

Después de reírse al ver la carita sonriente, muy típica de ellos dos. Se apresura a abrir el siguiente. Este un poco más largo:

“Vale por una invitación a hotel con circuito spa”

- ¡Qué! – Sus ojos se iluminan… - ¿Esto qué es? – Dice con una sonrisa de oreja a oreja

- Lo que has leído…

- ¿En serio?

- ¡Sí! – Dice el emocionado por ver lo feliz que ella está

- Pero, cariño, pero… ¡Como has pagado esto!

- ¡ME HAS LLAMADO CARIÑO!

- Sí, Dios, te lo he llamado, ¡Pero como lo has pagado!

- ¡No preguntes! Disfrutémoslo…

- ¡Qué ilusión! Pero… yo no pensaba regalarte nada hoy, soy más de hacerlo la noche de reyes…

- ¡Por Favor! ¡Calla!

Y la besa, y ella a ÉL. Y después ríen durante un buen rato de felicidad. Que maravilloso, dentro de unos días pasaran la noche en un hotel y estarán en un spa. Está feliz, ilusionada, nada podría estropear este momento. Ya no piensa en que él no haya hablado sobre el tema de ser pareja. ¡Qué más da! Ahora no importa, ya pasará lo que tenga que pasar, ya lo hablaran en otro momento…

Ahora toca vivir el presente, ser feliz…


domingo, 6 de noviembre de 2011

¡HOLA!


Lo siento, Lo siento, Lo siento!!! Demasiados cambios! me habia olvidado de esto... =) Acabo de volver de viaje! Un viaje fastantico e inolvidable... tengo que ponerme al día con la universidad!! Pero espero continuar esta misma semana! En cuanto saque un hueco! No quiero escribir cualquier cosa! Necesito estar inspirada... Por eso no he actualizado antes!! =)

Nada de dejadez como dicen por ahi!!! =)

uN Besazoo! Gracias por vuestros comentarios! MOTIVAN MUCHO!