"Espero que vivas todos los días de tu vida"

sábado, 30 de octubre de 2010

Capítulo 75 - Halloween "El beso Fantasma"


- A ver pija de mierda, danos el dinero que lleves encima - Dice uno de ellos
- ¡No pienso darte nada a tí, ni a tus amigos, gilipollas! - Dice ella de nuevo desafiante

Los amigos de él buscan entre la multitud.

- ¿Dónde coño está esta mujer? - Pregunta el del pelo verde
- Joder, el puto traje del año: bruja ¡Todas van de brujas!, incluso esos tios de ahí van de brujas - Dice Moreno frustrado, mientras los chicos le saludan insinuándose a él.
Se mueven con rapidez pero allí no encuentran a Nadie.
- He dicho que me dejes en paz cerdo asqueroso - Dice ella
Entonces uno de ellos la agarra por detrás y le toca el culo, los amigos de este se rien. Intenta apartarse de él. Pero el tiene mucha más fuerza. No la suelta. Ella patalea. La gente esta borracha, no se entera o no quiere enterarse. Los amigos siguen buscándola. Tras muchos empujones el grande la suelta. Y entonces le escupe en la cara.

El otro. Furioso y violento lebanta la mano para partirle la cara. Estúpida niñata, ha sido muy tonta atreviéndose a entrar a un sitio como ese. Levanta el puño, ella abre los ojos. Eso le va a doler, no pasa nada. Tiene que ser fuerte. Uno, dos y tres. Y entonces, la cara del grande desaparece producto de un puñetazo. Ella asustada levanta la cabeza, ahí esta. El grandote se lebanta para cogerlo. Él más pequeño y ágil lo esquiva y le da un puñetazo en el estómago.

- ¡Vete de aquí! - Le dice él rápidamente mientras el otro reacciona. Pero no, demasiado tarde. El grande le da un puñetazo en toda la cara. Él cae al suelo.
- Eh ¡Allí! - Grita Anna a los chicos. Se puede apreciar como se está formando un corro no muy lejos de ellos. Moreno aparta rápidamente a todos. El resto le sigue hacen paso entre la multitud. Allí están. Los amigos se lanzan a por los demás y empieza la pelea.
Moreno se lanza a por el mediano que no sabe muy bien como reaccionar. Está parado, todo está pasando muy deprisa. Se acerca. Y el otro intenta darle un puñetazo, Moreno lo esquiva y le propina uno él a su abversario. La nariz empieza a sangrarle. El mas grandote del grupo intenta ir a por dos que se escapan. Pero por detrás recibe un puñetazo del otro. El amigo del lider, él que está peleando con él. va en su ayuda. Samuel, el del pelo verde pone disimuladamente la pierna y le hace la zancadilla, el otro cae. Puñetazos, patadas, gritos, empujones. La gente intenta mirar sin hacerse daño, pero es inevitable. Se les ha ido a todos, todo de las manos. El camarero mediante gritos espera conseguir la calma. Imposible. Agarra el teléfono para pedir ayuda. Mientras tanto, en el centro del bar sigue la pelea. Él intenta tumbar a su contrincante. Ella grita desesperada. Los que no entran allí dentro miran moviéndose de un lado para otro. La tensión aumenta y los nervios se pierden. Otra patada. Ella grita, no sabe que hacer. El grande lo alcanza con el puño en todo el estómago. Ella sin pensarlo salta sobre la espalda del corpulento. Sueltalo estúpido, suéltalo, grita mientras lo estira del pelo. Él con un fuerte movimiento la empuja tirándola al suelo. Él otro le levanta y lo agarra por la espalda. Los dos corren hasta la pared. Se chocan. Un golpe, otro más. El grande consigue soltarse. Rebusca por el suelo, coje un botellín de cerveza, lo golpea contra la pared y lo rompe.

- ¡No! - Grita ella
- ¿Qué me dices ahora eh?
- ¡Para tío! - Grita uno de los amigos del grande
- ¡Cierra la puta boca! - Le ordena el otro - Ven vamos... vamos... - Le ordena a él. Se mueve tembloroso. El sudor cae por su frente. Se agacha como un depredador en busca de su presa. Pasa la lengua por sus labios. Sus ojos están idos...

Y en ese instante. En ese momento a lo lejos se escuchan varias sirenas de policia. Cada vez más cerca. El grande se incorpora bajando la mano donde tiene la botella. Moreno pega el último puñetazo tumbando a uno en el suelo, los demás comienzan a mirarse. Ger coje a Anna y corren junto con el más grande. El del pelo verde se marcha por su camino. Todos se separan, el grupo contrario también. Ahora ya no son enemigos, ya no les importa. Todos salen por la misma puerta, ahora tienen un objetivo común.

- ¡Corre! - Dice él mientras la agarra de la mano.

Salen por la puerta trasera y corren por un callejón. Salén a una avenida más grande, los coches circulan, revasan uno corriendo. El claxon suena. Se meten por otro callejón, y así por otro y por otro.

- ¡Qué va a pasar! - Grita ella mientras corre de la mano detrás de él
- ¡No quieras saberlo! ¡Si te cojen lo averiguaras!

Siguen. Aparecen en una especie de plaza. Sí, parece poner plaza de los sitios. La cruzan dejando atrás una enorme fuente. Ella tropieza. Cae al suelo. Él la ayuda a levantarse. A ese ritmo los van a pillar. ¡Joder! ¿Quién le habrá mandado meterse donde no lo llaman? Si ella no estuviera allí ya habría escapado. Siguen escuchándose las sirenas. ¿Dónde estarán los demás? En estos casos, que se salve el mejor. Esa es la regla de la calle. Llegan a una gran avenida, Paseo independencia.

- ¡Por aquí no! Es mucho más fácil que nos vean - Dice él

 Y consigue entrar por otra callejuela. Es tarde, ¿Qué hora? Ni idea. Ya es de madrugada, eso seguro. Cruzan la plaza Aragón. Entrando a gran vía. Se meten por unas callejuelas en contrad irección y detrás de unos contenedores, haciendo esquina se paran. Los dos respiran e intentan tragar salida. Ella tiembla, no sabe muy bien lo que está pasando. El intenta hablar entre cortadamente.

- ¡Estás loca! ¿Qué coño pretendes? ¿Has visto lo que has hecho? ¿Eres una persona normal? - Dice él moviendose de un lado para otro como un loco. Sin poder respirar.
Ella lo mira. El está lleno de sangre, el labio esta roto aparentemente. Y la cara ensangrentada. Se siente avergonzada, querría acercarse a él y pedirle disculpas pero no se atreve.

- ¡No ha sido culpa mía! - Dice ella. Y después se muerde el labio. No tenía que haber dicho eso. Claro que si lo ha sido
- ¿Qué no ha sido culpa tuya? ¿Qué no ha sido culpa tuya? ¡Que no ha sido culpa suya dice? - Hablándole al cielo y a la nada. - ¡Tendrás huevos de decir eso!
- ¡Lo siento!
- ¡Lo siento! ¿Esa es la puta frase que se te ocurre?
- ¡Qué quieres que te diga! ¡No se que más puedo decir! - Dice ella asustada. Él está fuera de sí
- ¡Quiero que digas que eres una puta egoista, prepotente, orgullosa y mal criada! ¡Quiero que digas que te averguenza ser como eres! ¡Eres una mimada, mocosa, insolente!
- ¡Ya basta!
- ¡Quiero que lo digas!
- ¡No! - Grita ella mientras llora - ¡No, no y no!
- ¿No? ¡Aun sigues siendo una orgullosa asquerosa! ¡Que huevos tienes! ¡No debería de haberte ayudado! ¡Debería haber dejado que esos hijos de puta hicieran lo que tenían que hacer contigo!
- ¡Ya basta gilipollas de mierda! ¡Eres un irrespetuoso! ¡No ha sido del todo mi culpa!
- ¡Si no hubieras hablado con ellos no habría pasado nada! - Dice él
- ¡Si tu no hubieras hablado con ellas tampoco!
- ¿Así que es eso? ¡Es eso! ¡Eres una mimada, consentida! ¡Eran celos! ¡Eh!
- ¡No, no eran celos! - Miente
- ¡Sí!, ¡Sí que lo eran! ¡Reconócelo y termina con todo! ¡Deja de hacerme sentir un gilipollas! ¡Un gilipollas que siempre va detrás de tí! ¡Dejame darme cuenta de que al menos esta cara que llevo ahora ha servido para algo!
- ¡No!
- ¡Puta orgullosa!
- ¡Puto mal hablado! - Dice ella gritándole de nuevo
- ¡No piensa ceder! ¡No piensa ceder! - Grita de nuevo él al cielo - ¡Ya está bien me marcho! ¡Ahora si te quedas aquí sola! - Y mientras lo dice se arrepiente. No, no la piensa dejar allí sola. Se lo ha prometido a si mismo mientras corria al bar. Da un paso hacia delante y después lo piensa.
- ¡No te vayas! - Grita ella... - No te vayas... -Dice otra vez con un hilo de voz - Estoy asustada... estoy asustada...

Las sirenas de la policía cada vez están más cerca. El coche entra por la avenida. Él la coje a ella de las manos, la lebanta, la mira. Ella lo mira a él. Y él con labio roto la besa, la aprieta contra él y la apoya en la pared y la sigue besando. El coche de policía se acerca. Parece que pasa de largo. Pero después para de golpe. Dos policías bajan. Uno de ellos dice algo que no se entiende por el walkie talkie.

- Ejem, disculpen. Documentación.

Él aun con las manos apoyadas contra la pared deja de besarla. Cierra los ojos maldiciéndose y después la mira a ella. Su expresión lo dice todo: Les han pillado. Él se da la vuelta. El policía observa su camiseta y su cara. Están llenas de sangre. Ella está mojada, parece un poco confusa. También se acerca. Los dos dan sus carnet y sus datos. La policía los mete en el coche y los lleva a comisaria. Ella mira por la ventana, nunca la han detenido. El está sentado a su lado con las manos cruzadas y la espalda arqueada. Está pensando en algo pero ella no consigue adivinar en qué. Después se siente complétamente estúpida. Todo eso es por su culpa.

Él se muerde los labios. Le rechinan los dientes. No tendría que haberla dejado ir allí. Ella no es una chica para él. Siempre pasa algo malo, siempre algo lo extropea todo. ¿Y si le hubiera pasado algo a ella? Él nunca se lo perdonaría. La mira. Ella mira por la ventana. Seguro que está muerta de miedo. ¡La ha besado otra vez! ¡Estúpido! ¿Cuándo piensa acabar con todo eso?

Dentro, están algunos de los demás. Su aspecto es peor o parecido a de él. Anna no está, ha debido escapar. Moreno está de pie fumándose un cigarrillo. Saluda a uno de los policias que no parece asombrado de verlo allí otra vez. El del pelo verde da vueltas de un lado para otro maldiciendo al mundo. Y otros están sentados esperando. Después de dos horas. Y de ver entrar y salir por la puerta a algún que otro delincuente los dejan libres. Se van sí, pero con premio doble: Multa por botellón y por alterar el orden público. 1.500 euros para algunos, 650 para otros. Pero es demasiado dinero. La opción es simple: Pagarlos o realizar unas cuantas horas de trabajos a la comunidad. Van saliendo por separado y se van a casa. Ella sale antes que él. Lo espera en la puerta. Él sale a los minutos cabizbajo. La mira. Ella siente que él la odia. No sabe que hacer. Mejor no decir nada.
Él se aproxima al borde de la calle. Lebanta la mano y para un taxi. Mueve la cabeza indicándole a ella que suba. Ella hace caso en silencio. Está amaneciendo, los bares ya abren. Entran en el bar donde el pincho de tortilla se sirve a uno cincuenta y pide dos. Eso, y dos cafes con leche son la elección. Él los paga. Los dos comen en silencio.

Salen a la calle, y al torcer. A unos cuantos pasos...

- 1.500 euros... - Comienza él
- ¡No, no! no te preocupes tranquilo... yo me encargaré de la multa, yo puedo pagarlo
- ¿Tú o tú padre?
- Bueno eso da igual, ¡Yo me encargaré de la multa! - Insiste ella
- ¡No pretendo aceptar tu dinero! ¡Yo me metí en esto porque quise! ¡Cómo todos! ¡Aquí la gente es así! Actua de corazón, no por interés... - Dice él sin mirarla de un lado para otro. Después la mira -Si estabas acostumbrada a eso aquí es muy diferente...
- ¡No dejare que tengas que hacer nada! - Dice ella alzando la voz - Mi padre lo pagará y no habrá pasado nada...
- ¿Es qué no lo entiendes? ¡No quiero tu dinero! - Dice mirándola a los ojos - ¡No pienso ser tu mantenido, ni ahora, ni nunca! ¡Si quiero estar contigo es por tí! y no dejaré que me pagues una multa, está en contra de mis principios... - Dice él moviendose de nuevo. Se gira otra vez hacia ella - Y que demonios, tú también deberias tener orgullo y trabajar. Sí, ¡Trabajar! ¡Para saber lo que es la vida! - La sigue mirando - ¿Y tú que decides? Ser una mujer... o ser una niña...

- Soy una estúpida pija mimada, consentida y asquerosa... - Le dice mientras lo mira.

Después el sonríe. Y ella también. Esa ha sido su forma de decir: Sí, trabajaré... Lo siento.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Capítulo 74 - Halloween: "¿Truco o trato?" (Segunda parte)




- Vamos... ¡Sonríe! - Dice una de ellas mientras le hace cosquillas - ¡Ja, ja, ja! tienes que salir guapo en la foto

Él parece hacerle caso. Está muy pegado a ellas y a sus amigos. Anna y ella lo observan a unos pasos de esos mientras siguen bebiendo. La noche ha avanzado y todos se siente ya un poco borrachos. La mayoría rie, se lo está pasando bien. Parece que todos se lo están pasando bien menos ella. Y sin embargo, el piensa lo contrario.

- ¡Pasa de él tía! No creo que lo haga en serio... - Le dice Anna a ella mientras sigue llenándose el vaso de nuevo
- No es que haga o deje de hacer en serio las cosas... Esté o no de broma lo está haciendo, ¿No?
- Bueno - Dice mientras cata su mezcla - Si lo ves así... Pero por esperiencia, estos chicos son todos así. No puedes pretender ser la salvadora de ninguno de ellos. Es la típica fantasía de toda chica: domar a un chico indomable, rebelde, desequilibrado. Las cosas no funcionan así. Al menos aquí. Y a lo mejor tal vez, menos con él. Después de lo mal que lo pasó cuando hace unos años lo dejó su novia...

Se da cuenta. El alcohol le ha hecho a Anna ser completamente sincera. Y sí, la verdad es que tiene razón. ¿Ella? ¿Quién es ella? No es nadie, solamente una E-S-T-U-P-I-D-A. ¿Qué esta haciendo allí exactamente? La gente no está con ella, solamente Anna. Menos mal. Pero ¿Y él? Sigue allí. A veces la mira, si la mira ¿Por que no se acerca? ¿Está esperando que se acerque ella a caso? Pero después de lo que Anna le ha dicho no tiene ganas. Lo que ha dicho es cierto. Ella no conseguira cambiar a nadie. Y no se siente con fuerzas para querer hacerlo. ¿Otra vez a sufrir por un chico? Ya había tenido demasiado hace un año. Con ese chico rico y sus fiestas y sus amistades. ¿Ahora lo mismo? Estaba claro, daba igual de donde fueran, si tenian los ojos marrones o verdes, lo que midieran, la forma de bestir que tuvieran, las amistades que les acompañaran, daba todo igual: Eran todos iguales.
¡Ag!, piensa. Ella odiaba generalizar. Creía en las oportunidades para la gente y en las oportunidades para uno mismo. En las segundas veces, en el destino y en la suerte. Se sentía un éstúpida niña soñadora. ¿Cómo reaccionaba ahora? ¿Se iba? No, no podía, porque aunque quisiera, no era capaz de dejarle a él allí sin saber que podría terminar haciendo con esas chicas. Tampoco podía dejar a Anna, con lo bien que se estaba portando con ella. No debía de quedarse allí. Actuar en consecuencia. Sí tal vez fuera justo devolversela. ¿Entonces qué? ¿Seguirían con lo de siempre? Sí, seguirian con lo de siempre. Seguirían retándose y jugando al gato y al ratón. Un tira y afloja, un te quiero y no puedo. Un contigo pero sin tí. Orgullo, amor, cariño, rabía y mil sentimientos agridulces se apoderaron de ella.

Los chicos empezaron a hablar de un cierto bar a dos manzanas del sitio donde estaban. La gente comensó a lebantarse aceptando la propuesta. Todos, incluidas ellas dos se lebantaron. El grupo era grande y andaban juntos todos, divididos en pequeños grupos de conversación. No soltaron sus vasos o sus botellas con bebidas, pensaban aprovecharlos hasta llegar a la puerta. A lo lejos ya se podía ver el nombre del bar: "Sugar". Irónico, la noche no estaba resultando ser demasiado "azucarada" que digamos.

Ella lo observaba a él. Esa gilipollas no se le despegaba. ¿De qué narices iba? Otra vez la misma estúpida que la había mentido en la cara hacía un mes o poco más. "Él tiene novia, está con mi amiga" ¡Mentirosa!, piensa ella. Estaba claro que ella sabía o sospechaba lo que existia entre los dos. ¿Quería estropearlo? Sí, posiblemente sí y más teniendo en cuenta de lo que le había contado Anna. Quería ir hasta allí corriendo. Empujarla, y a él también.

Él andaba por delante de ella. Era una forma de intentar asegurarse de que al menos ella se permitía mirarlo pensando que él no lo sabía. Se sentía bloqueado esto no le pasaba desde hacía tiempo. Recordo a antiguas chicas. Siempre le dejaban muy claro lo que sentían por él, su tema de conversación era simple, ellas eran simples, era fácil tenerlas contentas, con un beso se callaban, con un arrumaco también. ¿Qué diablos le pasaba a ella entonces? "Estúpida niña complicada", piensa. Solo por la impotencia que siente al no sentirse objeto de su atención. Piensa algo en lo que hacer, en como llamar su atención, tal vez debería ser menos orgulloso e ir a buscarla. Dejar a las demás, ¿Estará celosa? Entonces sonríe. Sí, tal vez sea eso. Entonces, ya que nunca lo ha estado y el se ha sentido así tantas veces... tal vez sea la hora de jugar más. O tal vez no... No, sería mejor hacer las paces, ¿Por qué no va y la besa? Sí, eso es esactamente lo que quiere hacer.

Cuando se gira para buscarla no está allí. Gira de nuevo la cabeza y ve con ella lo está adelantando al lado de Anna. Él intenta coger a Anna pero solo la roza y se le escapa de las manos...

- ¿Qué coño estás haciendo? - Pregunta el susurrándole a distancia a su amiga.

Ella menea la cabeza con negación. La mira a ella y le hace entender que está dolida. Anna la sigue y las dos entran en el bar. Él las mira y la chica con la que va intenta distraerlo de nuevo. Él sin mirarla se la aparta rápidamente. Sin darse cuenta despreciativo. La chica se queda allí maldiciéndose. Entra en el bar, las busca con la mira, la gente está disfrazada, hay montones de gorros de bruja sobresaliendo en todo el bar. Una momia le empuja cuando se gira para mirar por otro lado. Intentar hacer hueco entre la gente. Una mujer araña, los tres mosqueteros en versión zombi, en la esquina la novia cadaver está besando a Jack el destripador. Y... ¡Sí! Por allí están. Acelera el paso. La ve a ella en la barra. Al acercarse puede ver mejor. Está hablando con un camarero y ella y Anna están rodeados de chicos. Están tonteando, ve como le quita el gorro a ella. Ella está diciéndole algo a ese cabrón. Se muerde el labio, la odia ahora con todas sus fuerzas. Es una infantil, solo quiere divertirse. Se da la vuelta y se marcha. Anna lo ve, intenta ir tras él. Lo pierde de vista, intenta volver a encontrarla a ella.

Él sale del bar dando un portazo. Algunos de sus amigos están aun a fuera terminando de beber sus cosas. Algunas de las chicas también. Incluida esa pesada que no para de manosearlo.

- ¡Joder!- Dice él pegando una patada a un contenedor
- Eh, eh tío tranquilo... ¿Que coño ha pasado? - Le dice uno de sus amigos. Tiene menor estarura que él. Pero está fibroso igualmente.
- Joder Ger tío, me piro a mi casa
- ¿Es por ella? - Pregunta
- Paso... - Dice él mirando a la nada enfurecido
- ¡Pero tío espera joder!

Él suelta la mano de el con fuerza fruscamente. Se va corriendo violentamente. La odia, la odia con todas sus fuerzas. No la soporta, es una pija estúpida mimada. La odia porque no deja de pensar en ella, porque le hace daño sin quererlo y porque lo que más le gustaría es volver allí y besarla, escuchar de ella que él le importa, que solo es suya. Y no. Casualmente no lo dice y eso le hace odiarla pero a la vez desearla aun más. "¿Porqué ella? ¿Porque no otra? Somos tan diferentes, pero también parecidos", piensa. Y sigue corriendo sin saber muy bien a donde...

Mientras tanto en el bar.

- He dicho que me devuelvas mi gorro... - Dice ella enfurecida
- ¿Tú y quien más guapetona?
- Anda ven a bailar conmigo guapa - Dice otro de ellos
- He dicho que me dejes en paz... - Repité ella apartándole las manos - ¡Anna!

La ve llegar apartando a la multitud.

- ¿Qué está pasando? - Pregunta Anna aturdida por todo lo que está ocurriendo
- Oh, otra guapetona más...
- Ja, ja, ja. La rubia y la morena... venir aqui guapas - Y le quitan también el gorro a Anna
- ¡Pasar de nosotras gilipollas! - Dice ella sacando su genio
- Eh, eh, eh, tranquilita. ¿Tú sabes con quien estas hablando, puta?
- ¿Qué? Serás cabrón hijo de....
- ¡Qué, qué, qué! ¿Que piensas hacerme tú a mí? - Dice el chico. Es alto muy grande, sus brazos son musculados, está allí delante de ella - Si te soplo te tiro al suelo guapa.

Anna consigue escabullirse entre la multitud y sale a la calle. Avisa a los chicos que están allí.

- ¡Yuju! a repartir ostias - Dice Moreno remangándose las mangas de su chupa
- Joder tío... siempre igual - Dice otro más pasivo, cansado de las peleas. Es gracioso, su pelo es verde y lleva unas gafas finas. Mientras tanto Ger llama varias al móvil de él.

El sigue corriendo, ha decidido ir a su casa y dormir. Pasar de todo. Está demasiado nervioso como para poder pensar. El móvil le suena. Le da igual, pasa del mundo. No quiere hablar con nadie solo meterse en la cama. El móvil deja de sonar. A los segundos suena de nuevo. Que pesados ¿Quién coño será? Se para. Deja caer su cuerpo y coje aire, ¿Hasta donde ha ido? Debe de estar lejos de allí. Mira el móvil. 10 LLamadas perdidas de Ger y de Anna. ¿Qué está pasando? ¿Tantas? No. No tiene sentido, él ya se ha ido más veces. Lo conocen y no suelen insistir. ¿Qué está pasando? Mientras sigue allí aturdido el móvil vuelve a sonar. Reacciona, aprieta la tecla contesta, es Ger de nuevo.

- Joder tío ¿Donde cojones estás? Estoy en la puerta del sugar. Dentro ahí follón, es por ella. Algo pasa dentro estos ya están...

Ya no sabe más. Ya ha colgado, ya corre hacia el bar. "Es por ella", "Es por ella", "Es por ella", "Es por ella", "Es por ella", no para de escuchar la voz de su amigo en su cabeza. Ella, ella metida en algún problema. Será gilipollas, ¿Cómo se le ocurre dejarla en ese bar sola? Corre y corre todo lo que puede. Siente que ya no puede más, piensa en ella y sigue corriendo con todas sus fuerzas. No sabe donde está solo vuelve en dirección contraria. Se imagina lo peor, ¿Qué habrá pasado? ¿Dónde estará ahora? ¿Estará ella bien? Quiere explotar, quiere pegarse, arañarse, arrancarse el pelo a sí mismo. Se siente rabioso, irresponsable, estúpido, infantil... ¿Llegara a tiempo?

viernes, 15 de octubre de 2010

Capítulo 73 - Halloween: noche de "brujas"


"Existe un día del año... en el que la gente visita el cementerio para ver a los que "ya no están", en el que las floristerias aprovechan para hacer subir  su negocio, donde los niños piden caramelos o tiran huevos. Ese día... donde las personas se disfraza de algo siniestro, malvado... como brujas o villanos. Sí, hablo del 31 de Octubre: día Halloween, la noche de los muertos vivientes. El problema que tiene halloween es que como todos están disfrazados, no podemos diferenciar a los malos de verdad. A esos que se encuentran camuflados entre la multitud... "

Era la una del medio día cuando el telefono de ella sonó. Esa melodía la ponía nerviosa. Era la típica musiquilla que venía ya incorporada con el móvil. Nunca perdía el tiempo en cambiarla porque solía cambiar más de móvil que de calcetines. Sí, perdía el móvil con una frecuencia espantosa. Pero este, es otro tema... ¿Por dónde íbamos? ¡A sí! decía que la estaban llamando al móvil...

Ella corrió rapidamente apartando toda la ropa que tenía encima de la cama hasta que finalmente, escondido en lo más profundo de una camiseta revuelta allí estaba

- ¿Sí? - pregunta sin que le haya dado tiempo a mirar quien la llama - ¡Hola Ana! ¿Qué tal estas?
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- ¡Bien! Con un plan que proponerte... - Contesta Ana con un tono misterioso... - ¿Sabes que día es hoy, no?
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- Creo que se lo que estás pensando...
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- ¿Y bien?
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- ¡No tengo nada!
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- ¡Oh vamos!, claro que sí que lo tienes, he pensado que podríamos ir de brujas. Una camiseta vieja, alguna media rota... ¡Está chupado! Podría ir a comprar unos gorros que he visto en una tienda de disfraces no muy lejos de mí casa. ¡Di que sí! ¡Nadie sale hoy! - Contesta Anna con un tono entusiasmado
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- Bueno... ¡Esta bien! Además se me acaba de ocurrir una idea para las medias genial. Verás...


En una calle estrecha. Con edificios algo manchados y viejos, haciendo esquina, al lado de un bar donde ponen el pincho de tortilla a un euro cincuenta están ellos.

- ¡No! ¡No! ¡Mejor de Babtman! - Dice el más grande de todos dándole un sorbo al café. La imagen resulta cómica
- ¡Lo veo! - Contesta Moreno - ¡Pero tendríamos que comprarlo con relleno! ¡Así daremos una imagen´de más cuadradillos!
- ¡Spiderman! ¡Oh sí tío! ¡Sí! - Contesta Angel mientras se imagina el disfraz puesto en él - Mejor... ¡De hombre invisible!
- Ja, ja, ja ¡No puedes hacerte invisible Angel! Tendrás que conformarte con el de Spiderman - Le dice él sonriéndole.
- ¡Siempre quitándome la ilusión tío! ¿No puedes dejarme ser feliz? - Dice Angel mientras se apoya frustrado en la mesa
- Eh, eh, modernillo, ponnos otra ronda más - Dice Moreno indicándole al camarero
- ¿Otra? - Pregunta él - ¿De dónde sacas la pasta hoy tío?
- Trapicheos del negocio... trapicheos...
- ¡Bueno entonces de que nos disfrazamos! - Dice de nuevo el más grande
- Tengo algunas ideas... si nos pintamos la cara con algunas cuantas ropas rotas... podríamos ir de fantamas o de zombis...
- ¡Ah! Pues no esta mal...

El reloj marca ya las 10 de la noche. Ella intenta recordar cual era el portal correcto. Al final lo recuerda, llama al timbre, Anna contesta y ella sube al piso. Conoce a los padres y al abuelo y van a su habitación. Ella vacía toda la bolsa con trapos y disfraces y la otra saca los suyos. Después de algo más de una hora ya están vestidas. Mejor dicho, disfrazadas de dos frujitas. Anna lleva un vestido negro y se ha hecho unas medias moradas con topos. Ella lleva unas medias rojas con una mini falda negra que parece un tutu. Las dos llevan un gorro grande de bruja y una mini escoba. No les ha quedado mal. Ella se siente contenta, hacía mucho tiempo que no se divertía así. Está nerviosa, sabe que lo verá a él y le resulta extraño pensarlo. Se siente en cierto modo, "Sola ante el peligro". Pero sobrevivirá, siempre lo hace. Además, Mónica no estará y será más fácil el buen ambiente. ¿Cómo hirá él? ¿Estará guapo?, piensa.

Un taxi las deja haciendo esquina en un puente. Ella no conoce muy bien la zona, de hecho no está segura de si ha estado alguna vez allí.

- En esta calle a un amigo de mi hermano le amenazaron con una pistola -Dice Anna completamente tranquila mientras anda. Pues No, seguro que ella no había estado allí antes.
Terminando de cruzar el puente divisan a lo lejos una siluetas de un grupo numeroso. Parecen ellos. Pero es extraño, también se oyen voces de chicas

- Oh no... han venido - Dice Anna mientras la mira trágicamente
- ¿Quienes han venido?
- La tropa de las "divinas" esas... del barrio
- ¿Divinas?
- Sí. Las odio. Son malas, una de ellas creo recordar que te mintió diciéndote que él tenía novia ya, ¿No? Una de sus amigas...
- Sí es verdad -Dice ella mientras entorna la mirada hacia el grupo de gente intentando divisarlas ahora ya más atenta
- Pues nena, más vale que sepas que van a muerte a por todos. Especialmente a "tu chico..."
- ¿Quién? ¿Mi chico?,  ¿Él? Oh vamos él no es mí... - Y durante un segundo lo piensa, ¿Es sú chico? ¿O no lo es? ¡Nunca lo han hablado! Llevan un tiempo viéndose, viviendo cosas irrepetibles, inolvidables. Pero nunca han hablado sobre lo que son, nunca han comentado entre ellos lo que sienten el uno por el otro. Se queda helada. ¿Y si alguna de esas chicas ha estado con él mientras estaba él con ella? Al fin y al cabo no sería tan raro. Puede que el la viera como su royito. Como otra chica más. Puede que al fin y al cabo la estubiera mintiendo como ya había hecho anteriormente con las otras. ¿Por qué ella diferente? ¿Quería aprovecharse de ella? Se sintió aturdida. No sabía a que contestar, no tenía las respuestas. Puede que lo que le huviera dicho hasta el momento hubieran sido solo eso, palabras. ¿Ella quería que él fuera "su" chico? ¿Acaso él sí? ¿Y si se daba cuenta de que sí lo querí...? ¡No! No podía estar pensando en esa palabra... ¡No era posible! Para que a ella le gustara un chico de verdad tenía que pasar un tiempo, algo que le indicara que era para ella...

- ¿Hola? Despierta bella durmiente... - Dice Anna mientras habla entre dientes y le propina un codazo mirando hacia el frente sonriendo exageradamente hacia el grupo. - Estamos aquí ya... - Susurra de nuevo - ¡Hola chicos! - Y deja de laso a las otras chicas sin molestarse en saludarlas
La gente se gira para mirarlas están todos allí. Ella lo busca con la mirada. No está. ¿Dónde se ha metido? Empieza a ponerse nerviosa. Angel se hacerca a ella algo borracho ya y le da dos besos. También saluda a otras personas. Una de las supuestas divinas, también borracha se acerca a ella

- ¡Te había visto en fotos! ¡Eres mucho más mona al natural! - Le dice. Parece simpática. Pero otras no tanto. Sus caras no son igual de amables. Se comienza a cuchichear y la situación se vuelve algo incómoda. Ella levanta la mirada y entonces lo vé. Viene con una de ellas. Los movimientos son escurridizos. Nadie los había echado en falta -solo ella- y se incorporan al grupo con total normalidad. Nadie se inmuta. Él la vé, que brujita sexy, piensa mientras se acerca a ella.
Ella lo mira a él. Tiene la cara pintada con un aspecto pálido y lleva ropa vieja, bohemia. Su disfraz es interesante, parece un fantasma malo pero también angelical. Su cara perfecta, lisa y palida con sus ojos castaños cran un contraste puro, dulce, tierno. Su ropa esta rota sí, pero huele a caramelo.

- Nunca dejas de sorprenderme... - Dice él mientras la mira. Ella lo mira a él. Se hace el silencio por unos instantes.

Entonces una de las chicas le agarra por el brazo emocionada intentando contarle algo. Él aparta la atención de ella y atiende a las chicas. Ella se queda allí mirando. Y sin saber muy bien porque, siente algo extraño en ella. Siente un cosquilleo, aprieta los dientes, se siente tensa, las mira y sin saber porque esas chicas ya no le caen bien. Y lo mira a él y siente que está enfadada. Sí, se siente celosa. Pero no sabe que hacer, como es lo típico en estos casos. Cuando alguien te gusta demasiado no puedes pensar. Su decisión: irse con Anna.

La noche va pasando. Ella no habla demasiado con él. Más bien nada. Lleva toda la noche hablando con esas "pesadas", según ella. Se hace fotos con ellas. Ellas lo agarran y el se deja querer. No hace nada malo, pero ella se siente ofendida. Se siente tonta, estúpida por haber decidido ir allí para verlo. No sabe que hacer. Solo sabe que se alegra de tener a Anna a su lado para desaogarse con ella. Ella le cae bien, se rien juntas, se cuentan cosas juntas. Y aunque parecen dos chicas diferentes tienen bastantes cosas en común.

- Tranquila, suele hacerlo. Pero yo creo que esta vez lo hace para llamar tu atención - Dice Anna tranquila mientras bebe un sorbo de su vozka con limón.

Ella también bebe otro sorbo de su vaso con lo mismo y hablan allí las dos sentadas en el suelo apoyadas en la pared. Entonces, él se acerca a ellas y se sienta allí. Su actitud es despreocupada, apoya su brazo en su pierna que esta lebantada y flaxionada. La otra mano apoyada en el suelo al igual que su pierna. También bebe. Parece J&B.

- ¿Qué tal chicas? - Dice feliz y sonriente.

Ella lo mira con odio fijamente. El también a ella. Sin saber muy bien porque los dos se retan.

- ¡Bien! jijiji - Dice Anna feliz poniendo su risilla borracha
- Bien... - Contesta ella fingiendo no estar preocupada
- Pues yo... ¡También bien! ja, ja, ja - Dice él bromeando - Una conversación para tontos... interesante...
- Sí, realmente interesante - Contesta ella
- ¿Nada más que decir? - Pregunta él
- Nada más - Le dice ella con una sonrisa claramente irónica.

Él se marcha. Sabe que a ella le pasa algo. Que está enfadada, aunque no consigue descifrar del todo que es lo que le pasa. "Mujeres... nunca las entiendo como ellas quieren", piensa. "Tal vez ese sea el motivo por el cual lo han pasado mal por mí". Y vuelve donde estaba. Sus amigos le hablan. Una de las chicas se le acerca. La mira varias veces, le apetece acercarse a ella, besarla delante de todos los demás de una vez por todas, pero ella, ella parece que está allí solo porque quiere ver a Anna. Cada vez que la mira la ve reirse. ¿Es que a caso no le preocupa en absoluto estar mal con él? Que envidia. A él resulta imposible seguir disfrutando del resto de la fiesta sabiendo que ella puede que este pensando algo malo. ¿Y si lo que le pasa es que se ha cansado de él? ¿Y si no sienten lo mismo? ¿Y si habla de otro? ¿Qué le estará contando a Anna?. "Agg, y cada vez que la miro ella no me esta mirando. No me devuelve la sonrisa, no para de reirse. Se lo está pasando bien y yo no puedo... joder," piensa.

- ¿Está mirando? - Pregunta ella a Anna entre dientes. Anna mira de reojo y ve que sí
- Ajam...

Y las dos fingidamente se ponen a reír. ¡Ai el amor! Si supieramos estas cosas cuando nos enamoramos ¿verdad? Sufriríamos mucho menos. Seguro que si ellos hubieran sabido esto se habrían levantado, encontrado el uno con el otro. Se habrían mirado y lentamente, delante de todo el mundo se habrían besado. Pero no queridos lectores, esto no funciona así. La noche, no había hecho más que empezar para ellos...

Capítulo 72 - AL DÍA SIGUIENTE


Hay veces que los impulsos son mayores que nuestra cordura. De ahí el dicho de que el corazón tiene razones que la razón desconoce o no entiende. Tal vez fuera eso lo que les había pasado esa noche.

Al despertar por la mañana ella abrió los ojos despacio... y entonces vio su cara. Le pareció volver a verla por primera vez. Tenía los ojos cerrados y sus pestañas eran largas. La nariz era divertida, posiblemente eso le diera la personalidad de su rostro. Y sus labios... entreabiertos le hacían ser el hombre más sexy durmiendo que había visto antes. Su pecho se hundía y volvía a elevarse mientras respiraba profundamente. Su brazo estaba encima de ella. La agarraba por la cintura. Ella no se atrevía a moverse para no despertarlo. Estaba alli innotizada, inmovilizada, contenplándolo. Le pareció incluso verlo sonreir mientras dormía.
Se acordó de la noche que los dos habían pasado. A diferencia de hacía unas horas, en la habitación reinaba el silencio. Sonrió de nuevo. Nunca había sentido algo parecido. Recordó a su anterior "pareja" y entonces sin querer soltó una carcajada. Pobre ilusa, dijo para si misma. Por primera vez en su vida se había dado cuenta de lo que era disfrutar de verdad. No poder contener la respiración.

Miró por la ventana que estaba abierta. Desde allí se veía el campo, con la larga ilera de árboles de la entrada. El día era nublado y no soplaba el viento. Solo se oía a algunos pájaros cantando suavemente ¿Qué hora era? Intentó alcanzar el móvil que estaba en la mesilla procurando moverse lo menos posible para no despertarlo. Las diez menos veinte...buena hora para empezar el día, pensó ella.

Intentó levantar con cuidado el brazo de él para poder bajar a la cocina a desayunar algo. Cuando parecía que iba a conseguirlo este la agarró con fuerza por la cintura y la atrajo contra el de nuevo. Ella soltó un pequeño chillido extridente.

- ¿Pretendes huir jovencita?
- Ja, ja, ja. ¡No! Solo quería desayunar algo...

Y entonces el la besa dulcemente para darle los buenos días

- ¿Te sirven mis labios?
- Tal vez... aunque soy una mujer exijente... - Y la besa de nuevo
- Hace un día increible... que relax... - Dice él mientras mira por la ventana. Despacio se incorpora un poco de la cama y vusca por el suelo su mochila marrón de pana. Saca una papela y tabaco de liar. Después su inseparable bolsita de mariguana reservada para momentos como ese. Con cuidado despega los pedazos y los mezcla con el tabaco. Luego gira la papela. Saca la lengua despacio y moja con su saliba el papel. Ella lo mira asombrada, no está acostumbrada a ver cosas así. Cuando frecuentaba con sus otras amistades, con esa gente adinerada, había presenciado muchas escenas de droga, sí. Pero nunca porros, otras peores y más caras. Aunque ella nunca dió el paso a probarlas, si que había estado presente mientras sus otros ex-amigos lo hacian. Él coje su móvil, y va a su lista de reproducción.

- Estoy buscando una canción interesante... - Dice él riendo
- ¿Cúal...
- Ssss... - Le pone el dedo en la boca mandandola callar dulcemente y a la vez añade bromista - No seas impaciente...
- Te veo muy romantico... - Bromea ella
- Ja, ja, ja... no es una canción romantica. Pero es una canción que me recuerda a tí...
- ¿A sí? ¿ Y porq... - Él vuelve a ponerle la mano en la boca
- No seas impaciente he dicho... - y le sonríe después... - ¿Quieres hacer los honores? - Le dice él mientras le extiende el porro
- A penas se fumar...
- Tienes razón... aunque... podríamos probar una cosa... - Toma aire y después le da una calada al porro. Su brazo le indica a ella que se acerque hasta sus labios. El la besa cogiéndole la cabeza y después cuando ella abre la boca, él suelta el humo de la calada. Ella se lo traga.
- Vaya... funciona... ja, ja, ja - Y el también ríe - Quiero probarlo de nuevo... - Insiste ella...
- ¡No! un poco es suficiente, tu no estás acostumbrada y no me perdonaría en la vida que tu pudieras engancharte a algo así...
- ¿Y tú si? - Dice ella picara...
- Lo mio es diferente...
- Sabes que no lo es...
- Oh, ¡Esta bien! ¡No tengo argumentos! ¡Pero no quiero que se convierta en costumbre!
- ¡Yo no quiero tenerlo como costumbre! ¡Ni que tú tampoco lo tengas como algo que hacer todos los días!
- Oh vamos, ¡Eres una ratilla marimandona! - Dice mientras le toca la punta de la nariz. - Ven aquí- Y vuelve a pasarle el humo mientras la besa...

Y así una y otra vez... hasta que suben al cielo, a su burbuja una vez más. Ella lo mira a él y el pone la canción que había prometido. A ella le gusta y se incorpora para moverse un poco al ritmo de la música, el la mira sin pestañear. Es sexy, piensa él. Ella se acerca y lo besa, otra vez, y otra y otra... mientras la música suena...


Concedeme un instante, quizá me encuentres interesante,

viste con guante blanco ladrón que tienes delante.
No obstante, como ya sabrás rimo palabras,
no son las palabras que tu quieres oir.

Quieres la ciudad siempre soleada,
quieres accion y aqui no pasa casi nada.
Quieres pasear desnuda por el jardin,
quieres dormir acompañada por fin.

¿Estas sola, estudias, trabajas, te controlan?
¿Qué cosas te molan? ¿Fumas para volar?
Que te voy a contar si van a por nosotros...
¿Quieres perder el control?...

¿Quieres compañero de cama,
de copas, de fin de semana,
de escama, de bolsa?

Buscas gloria, fama, la vida loca,
mas de lo que toca?
quieres ver mundo? lo quieres ver de rosa?
quieres ser libre o tener dueño?
fiestas, desenfreno, sexo en siestas, vivir un sueño...
despierto, amanecer en el desierto
del mundo que has visto...no quieres ver el resto?

cruzar el estrecho, de madrid al cielo...
todo a pata o en metro.
vivir en el centro,
garitos, sellos, drogas de diseño,
besitos en el cuello...ay que güeno...

quieres disfrutar de las cosas pequeñas?
o encontrarles pegas? gofres belgas,
quieres vivir con agendas y listas de espera?
dormir y vestir en seda,
que te case elvis en Las Vegas...

Un paseo a tu casa con beso en el porche,
quieres romance, confianza, libertad sin fianza,
la pasion del primer dia, el amante que no se cansa?

quieres mordisquitos en la espalda,
surtidos bajo tu falda, besitos ricos,
clitos, gritos, mordisquitos en la nuca...
te gusta que pierda la calma...
que suene la alarma,
quieres mil besos y caricias,
sorpresas y regalos, todo el año verano,
morir soñando, solo buenas noticias,
bensos, vilmas y micras...cuidao que te vicias,

quieres ser mi reina o mi ruina,
la estrella que me cuida y me china porritos,
quieres felicidad o digitos?

a veces me repito,
tu camino es tuyo, si quieres yo me quito...