"Espero que vivas todos los días de tu vida"

miércoles, 25 de mayo de 2011

Capítulo 92 - Con los ojos del alma


Cuando esa noche, ella entro en aquel local con olor aun a recién pintado… él no pudo evitar poner la cara que puso... Se levantó ligero y fue hacia ella sin pensarlo – parecía volar-. Y sin que ellos se dieran cuenta -porque estaban en su nube-, todo el mundo los miraba sin tampoco poder evitar cambiar la cara con la que lo hacían.


Los miraba con muchas preguntas y solamente tenían una respuesta clara: ellos dos juntos tenían algo especial… Pero ¿Cómo era posible? Él nunca acabaría con una chica como ella, no era hombre de ninguna. Ella nunca habría elegido a un chico como él.

¿Y los demás qué? Ellas miraban recelosas por él… habían perdido su oportunidad, el ya solo tenía ojos para una chica y esa chica era ella. Sus ojos hablaban por él, la miraban de tal manera que hasta la más guapa del mundo se sentiría fea e insignificante en ese momento al lado de ella, porque él, la miraba como si fuera la mujer más hermosa y espectacular del mundo.

Ellos miraban celosos por él… porque la había conseguido y los demás no… ¿Qué tenían el uno con el otro que hacía que se desprendiera esa atracción? La atracción del primer día… de la primera vez que “se vieron sin verse” en aquella fiesta… Nunca habrían imaginado que llegarían hasta allí. Porque siempre es así, en la vida, un día inesperado, de repente pasa algo maravilloso… conocemos a una persona, que por un motivo desconocido está puesta allí a la misma hora en que tú lo estás. Y en ese momento, no lo sabes, claro; pero esa persona marcará tu vida para siempre… porque llegará a tu corazón y podrá ver en ti lo que nadie ha sabido ver aun o no le hemos dejado ver… y cuando eso pasa también al contrario… nace el amor… El amor puro y sincero, que entiende lo que nadie más puede entender… y es allí cuando el resto de personas que no han sentido aun esa conexión con otra, ingenuas ellas, juzgan y dudan y no entienden… Porque se quedan allí sin cruzar el muro… solo puede ver lo que ven sus ojos. Pero los que aman… Esos pueden ver con los ojos del alma, y entender con la mirada lo que las palabras no saben decir…

Por eso él la enamoro a ella… porque él desde hacía mucho tiempo había olvidado su físico, su cara, su dinero… y por eso ella consiguió enamorarlo a él… porque ambos se enamoraron del alma del otro. Esa cosa tan pura, tan abstracta que nadie ha visto jamás: El alma. Pero que sin embargo sí que se siente, y por eso se sabe de su existencia.

- Al fin estás aquí…

- Sí…

Y se besan. Un beso corto pero dulce, tierno, verdadero. Los demás los miran. Y después dudosos entre todos ellos. Pero cuando separan sus labios para volver al mundo, todos fingen no haberse enterado de nada.

- Buf, estoy nerviosa, cuanta gente… - Le dice ella bajito

- Bag tranquila, no muerden – Dice él para quitarle hierro al asunto

- Cuanta gente que no conozco…

- Pues ahora la conocerás, no te pongas nerviosa… - Dice el mientras le coge un moflete – Mira, allí esta Ana con las chicas…

- Voy a Felicitarla…

- Esa es la actitud

Y se despiden con una sonrisa. Se acerca muerta de miedo. Todos los ojos se clavan en ella y ve las malas caras que le dirigen. Pero ella no les hace caso, si son amigas de ese chico, él ha tenido que ver en ellas algo bueno. Y él le importa, y quiere que esas chicas la conozcan. Además, quién sabe, podrían ser amigas ¿No?

- Hola chicas… - dice dirigiéndose a todas - Felicidades Ana…

- ¡Gracias! – Se acerca ella amable y las dos se besan cordialmente

Mientras tanto Mónica la mira de arriba abajo.

- ¿No tienes frío? – Pregunta sin poder evitar poner un tono burdo.

Lo capta desde el primer momento, no es la primera vez que usan ese tono con ella.

- No gracias, estoy bien… - Contesta sonriente, esforzándose por ser amable ignorando lo descortés de la otra.

- No sé cómo puedes andar con esos tacones en serio – Dice otra de ellas

- Será la costumbre…

- Ya… supongo – Dice Mónica

- ¿Esta noche saldréis? – Pregunta ella nerviosa intentando cambiar de tema, se siente incómoda.

- Es un cumpleaños ¿No? – Contesta otra a la defensiva

Se miran entre todas cómplices dejándola a ella de lado. Ella gira la cabeza en busca de él. Esta mirándola fijamente con una sonrisa desde el otro lado de la sala. Ella le devuelve la sonrisa y se siente fuerte. Respira, no está sola… esta él allí.

Al lado de él hay un chico fuerte. Más bajito que él, pero tiene más masa muscular. No lo ha visto nunca, también la mira de repente con cara de no gustarle que esté allí. Ella entonces gira la cabeza de nuevo hacia las chicas.



La noche pasa. Todos beben y ríen. La música está cada vez más alta y todos más descontrolados. Ya no están repartidos en grupos de chicos o chicas. Ahora están de pie mezclados los unos con los otros en grupos mixtos. Ella a penas ha podido hablar palabra con él. Le deja espacio para hablar con sus amigos y ella necesita el suyo para relacionarse con los demás también y soltarse. Pero en el fondo los dos están deseando poder estar juntos. Los chicos bromean y tontean con algunas de las chicas. Otros bailan y otros fuman porros y beben cerveza mientras ríen. Un ambiente muy diferente del que estaba acostumbrada. Mientras tanto, en una esquina algunos de los chicos hablan.

- Pues a mí no me parece bien que estén aquí las chicas… - Dice el chico fuerte que antes la ha mirado

- Tío qué más da… - Dice Moreno – Así animan el ambiente

- Eso es verdad… - Contesta otro

- Ya pero si no pagan, no entran… yo no le salvo el culo a la gente para que no le multen en la calle…

- No me seas rata macho… - Dice Moreno de nuevo

- No, es verdad. Si manchan algo que lo paguen… - Insiste – Por cierto – Dice mientras la mira a ella descaradamente – Ese pivón de allí, ¿Quién coño es?

- ¿Esa? Está con tu querido amigo – Dice uno de ellos mientras le dirige la mirada a él –No tienes nada que hacer tío…

- Yo estoy más fuerte aun…

- Y que, ¿No has visto cómo tontean?

- Chorradas… Además el local lo pago yo con vosotros, no ellas. Así que o es amable o fuera… - Dice haciéndose el chulo.

- Tío que esta es pija… Que las pijas no llevan ese rollo…

- ¿Qué sabrás tú de pijas tío? – Sigue muy seguro de sí mismo – En el fondo son todas iguales

Mientras tanto ella se separa del resto para echarse más Ballantines con Coca-Cola en el vaso de plástico. El chico controla que él sube a la planta de arriba con algunos, para entonces aprovecha e ir a hablar con ella. Un acto de cobardía. Pero esta bastante borracho, como casi todo el local, y se deja llevar.

- Hola guapa… - Dice después de mirarla insolente durante un rato como se sirve la bebida

Ella se gira sorprendida y algo dudosa. ¿Qué querrá?, piensa.

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