"Espero que vivas todos los días de tu vida"

jueves, 9 de diciembre de 2010

Capítulo 79 - NI TIEMPO, NI NOCIÓN, NI PENSAMIENTO...

                                            

Lo hizo sin pensar. Le nació y se dejó llevar por el sol. A la mañana siguiente, todo estaba en calma. El sol había salido. Era agradable. Miró el calendario: 5 de diciembre. ¿Ya habían pasado tres meses? Que rápido. Y fue entonces cuando lo hizo, cuando como ya he dicho nació de ella y lo llamó. No lo había hecho a penas. Siempre era él el que lo hacia, pero está vez esa quería tomar la iniciativa. El tiketc del jamón que había visto la noche anterior la había animado.

Cuando el móvil sonó él estaba cocinando unos espaguetis a la boloñesa que tenían un olor extraordinario. Estaba en casa descalzo, con su camiseta gris con pelusillas fruto del desgaste. Giraba la pasta con cuidado saboreando todos sus detalles, el olor... El móvil sonó varias veces hasta que finalmente lo escuchó. 
Estiró la cabeza con cuidado de no derramar la comida y siguió a lo suyo pensando que sería alguno de sus amigos. Después, mientras el teléfono sigue sonando cae en la cuenta. ¡Es esa! 

Deja todo lo que está haciendo y chupandose un dedo manchado de tomate, aprieta el botoncito verde del móvil para contestar. 

- ¿Sí? 
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- ¿Qué haces esta noche? - Dice ella decidida
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- Poca cosa. Creo que voy a una de gustación en un restaurante de 5 tenedores, con el famoseo y eso, ya sabes ¿Y tú? 
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- Ah... entonces si es así... nada... - Dice ella fingiendo falsa tristeza siguiéndole el juego
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- Bueno, depende de lo que tu me ofrezcas... tal vez podría hablar con mi secretaria para cambiar los planes
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- ¿Secretaria? ¿Y cuando me lo pensabas decir?
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- A las amantes siempre se las esconde... - Añade él
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- Muy gracioso...
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- ¿Y tu plan?
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- Había pensado, que como nunca lo hemos hecho... y ya nos conocemos desde hace bastante... Mmm ¿Te apetece venir al cine conmigo?
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El se queda intrigado. 

- ¿Tú invitándome al cine? ¿Estás enferma? ¿Dónde a quedado todo ese orgullo femenino que llevas dentro? Esos humos de dama de la realeza... 
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- Ya vale...
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- De señoritinga... - Insiste para picarla
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- ¡Te has pasado! adios - Y ella cuelga

Al escuchar el ruido del teléfono él suelta una carcajada. Y da a re llamada. Ella tarde en contestar y él aun se ríe más solo. Sabe que se está haciendo de rogar

- ¿Sí? - Dice ella finalmente como si no hubiera pasado nada
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- A mi nadie me cuelga... - Dice él bromeando. Aun sigue riendo
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- ¿A no? - Dice ella
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- No, en todo caso soy yo el que lo hace - Y entonces cuelga el teléfono.

Ella abre la boca indignada. ¡A ella tampoco nadie le cuelga! Mientras tanto, el se tira en el sofá riendo todavía más... Ella da a re llamada. 

- ¡Y a mi tampoco nadie me cuelga! - Grita ella desde el otro lado del teléfono y cuelga. 

Él motivado por la situación escribe un mensaje entre risas: "Te veo esta tarde a las ocho en la puerta principal de los cines del centro. No llegues tarde y ponte sexy, sino me iré al menú de gustación... =). Un beso, donde tú quieras... =P"

Ella lo lee. Sonríe, que tonto, piensa cariñosamente. Y corre hacia el baño abriendo el grifo de la ducha. Sin darse cuenta de que ni siquiera ha pensado en lo mal que lo pasó la noche de ayer, porque su principal prioridad ahora es él. 


Le tapa los ojos cuando la ve de espaldas. 

- Cu, cu
- ¡Ya era hora! - Dice ella con los ojos aun tapados por las manos de él. Él la suelta y ella se gira - ¿Siempre eres tan impuntual?
- No puedo evitarlo... Es una de mis defectos... pero a cambio, mira que bien cocino
- No voy a esperarte siempre yo primera, algún día me cansaré de esperar... 

Él sonríe. Le hace gracia que sea tan marimandona. Se acerca a ella rápidamente y le roba un beso. Después se siente tonto. No debería de haberlo hecho, aun no ha hablado nada con ella sobre la noche anterior. ¿Qué habría pasado? Esta deseando saberlo. 

Finalmente los dos eligen una película. No ha sido dificil. Se han puesto rápido de acuerdo. La elegida es: 2012. Una película con poco argumento pero con buenos efectos 3D. No tiene mala pinta, ni demasiado pastelona, ni demasiado dramática. Tiene buena pinta, seguro que es entretenida. 
Para hacer tiempo los dos cruzan la avenida para tomar un café en un bar no muy alejado de los cines. Es un sitio caliente y acogedor. Perfecto para hablar y especialista en cafés y tarde de queso con arándanos y chocolate. 

Los dos piden una porción de tarda. Él lo acompaña de un café con leche y ella de un vaso de leche con cola cao. Él bromea un rato por la elección que ella ha tenido. Le resulta gracioso y dulce con un toque infantil que le encanta que ella siempre tenga. Cuando están en la mesa. Él ya no puede esperar y se lanza a preguntar.

- Bueno... ¿Qué tal fue a noche? 
- Lo vi - Dice ella tajante sin darle vueltas al asunto
- Ajam - Dice él y traga saliba esperando a escuchar la respuesta de ella - ¿Y bien?
- No fue como yo lo esperaba. Lo esperaba peor... pensé que sentiría algo todavía por él... es distinto...

Mientras la escucha él sonríe. Pero por sus adentros, intentando no mostrar demasiada felicidad. Ella continúa: 

- Pero si que se movió algo dentro de mí. Aun le tengo odio, aun me duele mirarlo, me hace recordar lo mal que lo pasé...
- Entonces, es que aun le das importancia... - Añade él
- No lo llamaría importancia... es algo extraño. Es ganas de querer que le pase algo malo, que sepa lo mal que lo he pasado...
- Es normal. No lo viste desde que lo dejaste. Has sufrido tu "sola". El no ha sido consciente de lo que te hizo pasar. Y sientes todavía esas ganas de que lo sepa. Es pura impotencia, odio hacia él... Pero esto no te viene bien... Aun quedan cosas...
- ¡No es verdad! - Dice ella negándose a creerlo 
- Sí que lo es. ¿Sabes cuando te darás cuenta de que todo ha terminado?
- ¡Ya ha terminado! - Insiste ella. 

Ella lo sabe. Lo siente. No le quiere, no le gusta ese imbécil. Pero si que se le mueve ese odio, ese no soportar a la persona que a algunos nos queda después de una ruptura. No sabe como explicárselo. Tiene miedo a perderle a él. Solo le gustaría que su ex pagara con la misma moneda algún día. Que se arrepintiera realmente. 

- Todo habrá terminado, por muy estúpido que te parezca, cuando un día te des cuenta de que su vida te da igual. De que ni siquiera le deseas nada malo. Indiferencia. Pero indiferencia real, no forzada. Ese día llegará, y cuando eso pase seras plenamente feliz. Incluso capaz de pasar por su lado sin que el te genere un solo sentimiento, aunque sea de odio. Y entonces todo habrá acabado... él formara parte del pasado. - Dice él mientras recuerda lo ocurrido con su ex. - Lo digo por experiencia... - Y le sonríe. 

Ella también lo hace. Y después de acerca inclinándose a él y le da un beso dulce y cálido. 

- ¿Y bebiste mucho? - Pregunta él
- ¡Estas pareciendo mi padre!

Pero no puede evitar preocuparse por ella. No le gusta que beba tanto. Pierde el control. Recuerda lo que pasó hace unas noche en el bar. La multa, los 600 euros, la pelea, y más de una discusión por esos temas.

- Bebes demasiado - Insiste él...
- ¡Tranquilo! ¡Estoy bien! 
- Algún día perderás demasiado el control...
- Llevo bebiendo ya unos cuantos años atrás... además ¡Tu también bebes!
- ¡No hay comparación! Tú no te sabes controlar, además te sienta mal... cambias, no eres la persona que eres cuando no vas borracha
- Nadie lo somos
- A tí se te nota más... - Insiste él
- Oye... ¡Dejemos el tema! - Se queja ella

Él toma aire. Se resigna. Al menos ya se lo ha dicho. Pero no puede pedirle más. Ni siquiera es su novio. Se para a pensar. ¿Cuánto más va a durar todo de esa manera? Ahora te quiero, ahora no. Un día se discute, al otro todo el precioso. Se frustra, se está dejando llevar demasiado. Eso no es bueno. Siente por un instante que está perdiendo el tiempo, que la cosa no avanza. Agg, que dificil es todo. La mira. Que guapa esta. Se quedaría allí mirándola toda la tarde. ¿Algún día podran hablar todo en serio? ¿Podrán dejar las cosas claras sobre la mesa? ¿Qué es lo que realmente siente por ella? ¿Ella que siente por él? ¿Es mutuo? ¿Porque ninguno de los dos nunca termina de hablar claro? ¿Son demadiado diferentes? ¿Demasiado iguales? ¿Que hora es? Mira el reloj. Quedan diez minutos para que empiece la película. Se levanta y se aproxima al mostrador para invitarla. Ella deja que él lo haga. Sabe que eso le hace sentirse bien a él. 

Se acomodan en el cine. Las dos horas de película pasan rápidas y entretenidas. Comentan varias veces la película. Ríen y se besan también. Se sienten felices, se dejan llevar. Él olvida todos los pensamientos que ha tenido en el bar. Es extraño, con ella él pierde la noción del tiempo. No se acuerda de que tiene que pensar, de que debería romper con todo o empezar algo más serio. Se da cuenta de que "no le importa" nada de eso. Realmente disfruta así. Si algo tiene que llegar ya llegara, que pase lo que tenga que pasar. Solo están él y ella en esa sala de cine. 

La noche acaba cuando el la lleva a casa con su coche. Y la besa dulcemente en la puerta. Se besan probablemente más de una hora sin pensar en el tiempo, ni en el frío, ni en la calle... ni en nada. El padre de esta observa unos minutos por la ventana de casa el pequeño coche destartalado. Después deja caer la cortina y se sienta de nuevo en el salón. Algo le está pasando a su hija. 

- ¿Mañana irás a clase? 
- Que remedio... - Dice ella triste apoyada en la puerta mientras lo mira - No quiero ir...
- ¿Por qué?
- Desde hace días no quiero ir... no me siento cómoda. No me gusta el ambiente, ni la gente de mi clase, no consigo integrarme, el año pasado dejé muchas asignaturas... no se que hacer... como recuperarlas...
- ¿Porque siempre me hablas de cosas que en realidad no te gusta hacer?
- Es complicado...
- Yo lo veo fácil... 

Ella lo mira y sonríe. El también hace lo mismo. Se despiden con otro beso. Él se queda pensativo. Parece que algo se le ha ocurrido. Sube a coche asegurándose de que ella a entrado a casa. Sí, ha entrado, está bien. Ella cierra la puerta y sonríe. Como le gusta ese chico, con él todo es fácil. Entra a casa y saluda rápidamente a su familia. En la habitación se cambia de ropa. Enciende el ordenador y entra a la red social. Un mensaje privado nuevo. Su sorpresa: es de su ex. 

En el mensaje pone: "Oye, ¿Podrías traerme mañana la camiseta que me dejé hace meses en tú casa? Es que le tengo mucho aprecio y no me gustaría perderla".

Se muere de rabia. ¿Cómo es capaz de después de tantos meses decirle algo así? ¿Ya está? Ni una explicación de porque terminó todo, ni un comentario, ni un... ¿Hola? Lo odia. No puede evitarlo. Pues claro que no lo hará, no piensa darle nada. Y si esa estúpida camiseta es lo que quiere, no la volverá a ver nunca más. 

1 comentario:

  1. LA verdad es que eres buena escribiendo ;) Esta guay guay :D un beso Lucia

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