"Espero que vivas todos los días de tu vida"

domingo, 2 de mayo de 2010

Capítulo 58 - ZAPATILLAS DE IR POR CASA



Después de volver a degustar unas hamburguesas de Mcdonnals en el Mcauto, él la acerca con el coche a casa. El viaje resulta ser algo embarazoso para los dos. Ella se pregunta porque no se ha dejado besar y él hace lo mismo. Le gustaría preguntárselo, decirle porque te cuesta tanto besarme sin beber unas copas. Y ella a la vez piensa lo mismo Porque él no me besa, y cuando lo hace yo me aparto. 

Durante el viaje solo se escucha la música del auto. Ellos no hablan, no se tocan, no se miran... Ella siente miedo. No quiere que vuelvan a hacerle daño y él tampoco. Son los dos mucho más parecidos de lo que se imaginan aunque aun, en cierta medida desconocen el porque. Cuando el coche llega a la casa de ella, se hace un silencio. Un silencio necesario y a la vez incomodo. Finalmente se rompe.

- Bueno... - Dice él soltando la típica frase tabú de cuando no se sabe que decir...
- Bueno... pues...supongo que ya nos veremos... 
- Sí...
- Sí...


Es evidente que ambos quieren besarse. Pero ahora ninguno de los dos se atreve. Ella tiene miedo, y él no quiere que ella vuelva a apartarse. De un empujón abre la puerta del coche y se dispone a salir.

- Espera... - Dice él mientras ella cierra la puerta del coche. Después esta se asoma por la ventanilla
- ¿Qué pasa?
- ¿Ya está? ¿Te vas así, sin más?
- Sí, así sin más... Lo siento... - Pero en la mirada de ella hay un profundo miedo. También pena e impotencia por no hacer lo que realmente desea. Pero después de que ambos se quedan mirando durante unos segundos, ella se gira para entrar a su casa.

Al cerrar la puerta del jardín, se apoya sobre ella. Y él arranca el coche tras esperar unos segundos a ver si ella vuelve a salir. Sí, la esperanza es lo último que se pierde. Pero allí no sale nadie.

Ella avanza hasta la puerta principal de casa, se siente estúpida, tonta, insoportable y completamente confundida.

- Hola hija, tienes mala cara ¿Estás bien?


Ella mientras mira el móvil. Solo han pasado unos mitunos y él no debe estar muy lejos. Se da cuenta entonces de que cada persona es diferente, de que debería perder esta vez el orgullo y tenerlo solo con quien se lo merece. Marca precipitadamente los números de su móvil. Un toque, otro... nada, no lo coge. Pero no se rinde. Ella vuelve a intentarlo... Un toque, otro, un tercero...

- .... - Y después respira la voz de él - ¿Sí? 
- ¡Por Dios vuelve ahora mismo! - Dice ella
- ¿Para qué? ¿No he tenido ya bastante por hoy? 
- Necesito que vengas, por favor...
- Pff - Resopla - Tal vez vaya ahora... - Dice él cediendo pero sin decirlo claramente.

Ella espera mirando desde la ventana de la habitación principal de arriba. Desde allí se ve cuando llegan los coches a su casa. Finalmente ve acercarse a ese cochecillo destartalado. Se lanza rápidamente hacia las escaleras, sale a la calle sin ropa de abrigo y se olvida de cambiarse las zapatillas de ir por casa. Fuera llueve, pero le da igual, los pies se le mojan y ni se da cuenta. Entra y el coche con el pelo mojado. Él entonces arranca serio sin decir palabra hasta una zona más apartada de su casa.

Frena en un camino escondido lleno de hierbajos y musgos. Después la mira indignado. A ella le va más rápido el corazón cuando ve sus ojos fijos y profundos clavados en ella. Entonces, se le olvida que decir.

- ¿Y bien? 
- Lo siento... 
- No te entiendo... ya me perdonarás - Dice él irónico, confuso y a la vez molesto
- ¡Tenía miedo, vale!
- ¿Pero miedo a qué? ¡Miedo a que por Dios! ¿Qué más quieres de mí?
- ¿De tí? De tí no quiero nada más ya... espero algo de mí... ¡La culpa es tuya!
- ¿Mía? No, la culpa es tuya por ser tan increíblemente consentida... un día quiero, al otro no. Un día lo beso y al siguiente prefiero no hacerlo. Mañana no lo llamaré y si al siguiente me apetece tal vez lo haga... Las chicas como tú sois todas iguales... 
-¡Deja ya de despotricar! No eres perfecto tampoco... Te crees que puedes despreciar a todas las personas que no sean como tú. Parece que odies al mundo, que te hayan hecho algo. Y la culpa es tuya ¿Sabes por qué?
- ¡ Deleitarme!
-¡Qué te deleite!
- ¡Sí niña mimada! ¡hazlo!
- Esta bien asqueroso barrio-bajero repelente!
- Muy bien pija campera... 
- ¿Pija campera? 
- ¡Sí pija campera, mimada, y todo lo demás!
- ¡Lo demás que es!
- Lo demás es que no me dices porque tengo yo la culpa de que tu seas así
- A lo mejor no me estás dejando que lo haya
- Tu eres la que no me deja a mi hacer nada ¡Me confundes! ¿Qué quieres? Quieres que te abrace... quieres que no lo haya ¿Te beso o no? O después me apartarás la cara pero al instante me llamarás y me confundirás diciéndome que vuelva...
- ¡Oh Dios! Tú no sabes nada...
- Solo se que eres una orgullosa...
- ¡Tú eres el orgulloso, no yo!
- ¡Oh por favor! Si no fueras orgullosa ahora en vez de discutir... me habrías besado
- ¡Tu conmigo también habrías hecho lo mismo!
- ¡Entonces no se porque estamos haciendo esto!
- ¡Eres tu el que lo complica!
- ¡Me estás volviendo loco! ¡Eres tú la que se aparta! 


Y mientras gritan y discuten, esta vez, los dos ceden. Ella avanza, él también y entonces se besan. Se besan suave y apasionadamente con los ojos cerrados en aquel coche. Debajo de la lluvia que empaña los cristales. Y así pasan un rato, disfrutando el momento, sintiendo cada vez más...Ella separa sus labios de los de él un poco.

- Es tu culpa... Porque eres tan increíble que me haces tener mucho miedo... - Confiesa ella finalmente...

Después los ojos de él la miran fijamente a ella. Después él mira sus labios con deseo. Con ganas de volver a besarlos y así lo hace. Otra vez dulcemente debajo de la lluvia. Y así un buen rato.

Ese día, ella dejÓ su orgullo a un lado y cedió. Lo llamo para no perderlo. Más adelante seguramente él le diría a ella que nunca se quita el orgullo. Pero posiblemente, se le escape el detalle de que ella ese día lo fue a buscar... Un día importante para ambos, ya que realmente ESE FUE EL PRIMER DÍA QUE SE BESARON DE VERDAD...

1 comentario:

  1. me aucerdo de ese momento como si fuese hoy!
    Me encanta cuando te pones orgullosa pero al final caes como una tontorrona...(ya se que te quitas el orgullo muchas veces =D ) pero siempre seras la niña consentida de siempre :P
    un besito pija campera ^^

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