"Espero que vivas todos los días de tu vida"

martes, 9 de febrero de 2010

Capítulo 40 - A DOS CENTÍMETROS DE ELLA


- ¡De eso nada! - Dice él mientras se acerca a la cama de ella. Ella ni se inmuta, decide hacerse la tonta. - ¡Fuera de mi cama! Tú duermes en el sofá de abajo. 
- ¿Así es como piensas tratar a tus invitados? - Dice ella sin molestarse en girarse con voz de dormida. 
- Serás... - Contesta él mientras la agarra de una pierna para sacarla de allí. Ella al darse cuenta se agarra al colchón negándose a moverse de la cama. - ¡Suelta! 
- ¡Nunca! 
- ¡He dicho que te sueltes! - Grita apretando los dientes haciendo fuerza. 

Mientras tanto Víctor resignado, se pone la almohada en la cara para evitar los ruidos y poder dormirse. 

- ¡No pienso soltarme! 
- ¡Oh sí! ¡Claro qué lo harás! - Él estira fuerte y consigue agarrarla de tal forma que la empuja de la cama tirándola en el suelo redonda. Orgulloso de su victoria se mete mostrando tranquilidad en la cama. Ella está furiosa. No es justo utilizar la fuerza para conseguir el propósito. Pone cara de niña pequeña consentida y caprichosa y se lanza de nuevo hacia él para recuperar "su cama". 

- ¡Quitaté de ahí! 
- ¡Nunca, Nunca! - Dice él tumbado haciéndole la burla 
- ¡Imbecil!
- ¡Ratilla! 
- ¡Capullo!
- ¡Cara pato!
- ¡Barrionajero, gilipollas y ....!
- ¡Jajajaja! - Ríe mientras la agarra del brazo y la mete en la mete en la cama. 

Ella se pone histérica y comienza a darle patadas y empujones. Pero Él puede con ella porque tiene más fuerza. La coloca debajo de él y la agarra por los brazos dejándola inmovilizada. Ella grita un poco más y después se calla. Él se acerca dejando su cara a dos centímetros de ella. 
Se miran entre las tinieblas de la noche que produce el reflejo de la luna. Después él la besa a ella. Ella le agarra a él la cabeza. Él la aprieta con más fuerza y beso tras beso comienza a besarle el cuello. Besos pequeños, más profundos, más largos y más cortos. Ella cierra los ojos y entreabre la boca. Hacía tiempo que nadie la besaba así. En ese instante se da cuenta de que nadie la ha besado así nunca. Ahora él le gusta aun más. Le tiene ganas y además está algo borracha. Él la mira, le encanta. Quiere seguir besándola, tocándola y descubriendo su cuerpo. Mete la mano por debajo de su camiseta. Ella se deja. Siguen besándose y abrazándose. La respiración cada vez es más fuerte y entrecortada. Ella se deja llevar. Pero algo dentro de él vuelve a aparecer. No la ve como otra chica más. Tal vez de otra mujer sí, pero de ella no. No quiere hacer nada con ella si no son los dos conscientes. No quiere tocarla sí ella no lo decide realmente y no porque esté borracha. Saco la mano de debajo de su camiseta. Ella se queda callada. 

- ¿Estás bien? - Pregunta a él...
- Cansada - Contesta ella fruto del corte tan brusco.
- Ven pijilla... vamos a dormir... 

Él la agarra y la acomoda mejor en la cama. La arropa y la mira un rato. Después, intentándole dejar el mayor espacio se queda dormido otra vez mientras la mira... 

- Buenas noches princesa - Dice él susurrando por lo bajo ... 

2 comentarios:

  1. Me encanta tu blog...
    me hago seguidora :)
    esta historia está echa por ti?
    un beso.

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  2. Hola guapa!! Si, la toy escribiendo yo! Encantada de que lo sigas! Entrare a ver el tuyo tambien! Un beso grande!

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