"Espero que vivas todos los días de tu vida"

lunes, 18 de enero de 2010

Capítulo XXV - RESACA



Esa mañana se levantó con el corazón palpitando a mil por hora y con un nudo en el estómago. Le pasaba muchas veces, se despertaba sobresaltada y a la vez cansada, como si algo la atormentara, no la dejara dormir por las noches. Era otra pesadilla.
Las pesadillas que tenía desde hacia meses prácticamente todas las noches. Cuando eso sucedía, el día que le seguía no era bueno.

Miro por la ventana ¿Qué hora era? ¿En qué día estaba? Ah, era Sábado, Sábado día 10 de Octubre. Esa noche parecía que había pasado una eternidad y solo hacia unas horas había estado con aquel niñato estúpido entre todo el barullo de gente mientras su cabeza solamente podía pensar en él...

Mientras tanto, algo lejos de allí, una rallo de luz entra por la persiana de madera de su habitación. Él se retuerce entre las sábanas, pone la almohada encima de su cabeza. Maldice el día que el organismo decidió tener resaca e intenta tragar un poco de saliva - resulta prácticamente imposible. ¿Qué hora es? Vaya días de desfase. Después nada más levantarse se sorprende, ella le viene a la cabeza ¿Cómo le habrá ido la noche?

Ella baja las escaleras de su casa y se llena un bol de cereales integrales, le duele la cabeza. Resaca, las odia y cada vez más.
Él busca en la despensa algo para picar, termina haciéndose unos huevos fritos con bacon. Se dispone a comerselos cuando llaman a la puerta de su casa. Sus amigos. Todos van hacia el salón, como siempre alguno pasa antes por la nevera y roba algo, otro coge unas patatas y los demás se dejan caer en el sofá. El rubio delgaducho saca de su bolsillo el "entretenimiento": Porros.

Ella disfruta como el agua fría le cae por toda la cara, que alivio darse una buena ducha. Después se tira en la cama y enciende el ordenador. Mientras los chicos ríen como locos en el sofá efecto de la droga.
Ella se aburre, no hay nadie interesante con quien hablar. Que tonta, se da cuenta de que solamente ha entrado para ver si él está conectado. Quiere hablar con él, quiere verlo, lo hecho de menos la noche pasada.

Después de la "fiesta" los chicos se despiden y prometen otra igual. Él muerto de hambre se hace un bocata y se tira de nuevo en el sofá aun algo afectado por la maría. Ve el portátil, lo enciende y después la ve a ella conectada. Siente unas ganas locas de hablar con ella pero una parte de él está enfadado. Ella no le llamo la noche anterior y esperaba que lo hiciera. De todos modos, ahora no esta de humor para dejarse llevar por el orgullo así que le habla:

ÉL: La próxima vez que me conecte y no me hables tú, yo tampoco lo haré 
ELLA: Jajaja, lo siento no me ha dado cuenta de que estabas conectado... (miente)
ÉL: ¿Qué tal a noche? ¿Muchos admiradores? 
ELLA: Ha habido noches mejores y sí demasiados, gracias 
ÉL: Y esta noche... ¿Qué haces? 
ELLA: Iré a donde me lleve el viento... 
ÉL: No te irá a llevar por casualidad con Carolina, ¿no? 
ELLA: No creo... no me parece que hoy vaya a ser un buen día, hay un pesado que volverá a insistirme para que vaya con él 


Otro chico, a él le suena mal, no le gusta saber que hay otro chico por allí. Otro chico que la estará molestando o que a saber que. ¿Y si ese chico la besa? ¿Y si a ella le gusta? ¿Y si pasa algo entre ellos? Esas cosas nunca se saben... no puede evitar entonces:

ÉL: Bueno, yo hoy vuelvo a salir... puedes quedar conmigo. Cuando tengas algún plan avísame o me llamas... 


Ella se muerde el labio mientas sonríe. ¿ Llamará? Quien sabe...


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