"Espero que vivas todos los días de tu vida"

domingo, 20 de diciembre de 2009

Capítulo XI - CHOCOLATE



Tiene frío en los pies. Es tarde, posiblemente no quede ni una hora para que amanezca. Todos los garitos están ya cerrados. No se han vuelto a dirigir la palabra desde aquel momento en la discoteca cuando él le ha contestado tan mal. Tal vez alguna mirada furtiva por parte de ambos. Pero todas efímeras. Cuando uno mira, entonces el otro vuelve la cara y así todo el rato. Ella se siente algo estúpida, tal vez no ha sido para tanto la contestación. Al fin y al cabo, ella a comenzado todo el juego intentando ponerlo celoso. Aunque ella no es de nadie y él está con otra. No. Es mejor que no empiece a tener remordimientos de conciencia, por experiencia ha aprendido a no ser demasiado buena. Borra de su cabeza esos pensamientos. No piensa hablarle, que lo haga primero él.

Llegan los tres a un cruce. Parece que por ese día sus caminos se separan. El amigo de él se acerca a ella, "Bueno pequeña, hasta la próxima. Y recuerda lo que te he dicho". Él los mira algo intrigado pero finge que pasa. El amigo comienza a andar. Él y ella se miran, deben avanzar, cada uno por el lado contrario de la calle, pero parece que estén pegados al suelo. No tienen ninguno la iniciativa a hablarse, pero ambos desean hacerlo. Los dos los saben y aun así allí continúan. "Pero tío, ¿Qué haces?, ¿Vienes o no?" pregunta a lo lejos el amigo de él. Se hace el silencio en la calle. Los rayos del sol comienzan a salir a lo lejos por encima de los tejados. Las calles están desiertas. "Ve yendo sin mí" , dice finalmente él. El corazón de ella entonces late más rápido. No se esperaba algo así. Sonríe y tiene miedo. Está en su mundo, pensando porqué él no se va, porqué él se quiere quedar allí con ella. "¿Quieres desayunar?" , pregunta él algo divertido haciéndola volver a ella al mundo real. "¿Desayunar?, ¿Después de todo quieres que vayamos a desayunar?", Dice ella extrañada. "Mmm sí, eso parece", dice él encogiéndose de hombros; Ahora a parecido un niño pequeño que intenta pedir perdón sin decirlo. Ella sonríe porque se da cuenta de ello. Se da la vuelta y empieza y empieza a andar coqueta. Él se queda donde estaba viendo como se aleja, lo ha rechazado, se siente estúpido por haber cedido. "Espero que te estés refiriendo a chocolate con churros", dice ella divertida mientras se dirige gritando al otro lado de la calle. Los labios de él se curvan, sonríe, ella le encanta piensa. Y después de eso se apresura a cruzar al otro lado de la calle para ir a desayunar chocolate.

2 comentarios:

  1. jaja ya te vale, ahi te lo has llevado pa tu lado :P

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  2. queda muchisimo mejor que sea el chico el que lo haga... tranquilo, que a veces me pongo mal yo eh.. xD

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