
Así podría resumir hasta el momento mi vida amorosa. La verdad que ha sido un desastre. Aunque he de decir, que dentro de todo ese caos sentimentalista encontré muchos momentos de felicidad. Pero creo, que en general he llorado más que he reido.
Es cierto que cada esperiencia en la vida nos cambia. También que lo que no mata, nos hace más fuertes y que de todo lo malo podemos extraer un mensaje positivo. Claro que he dicho: "el amor es una mierda", claro que he llorado por amor, que me he sentido sola, que me han roto el corazón, que me han traicionado... Sí, pero ¿Y qué?
Todo eso forma parte de la vida. Todos nosotros, o.. el 90% de las personas perderan a alguién a quien han amado sin haberlo podido elegir. Cuando esto pasa todos deberiamos hacernos una pregunta fundamental: ¿Merece la pena llorar? En mi caso, y aunque me costara conseguí darme cuenta y contestarme a mí mima: NO, CLARO QUE NO. NUNCA MÁS. Es mi frase; abarca muchas cosas: Nunca más consientas que alguien te haga llorar, nunca mas pidas o llores porque esperes algo de el que no te da... ya que el que te quiere de verdad te lo dará sin que hagas ninguna de las dos cosas, nunca mas dejarse engañar o engañarse a una misma, nunca más pensar que estara haciendo, nunca más darle otra oportunidad, nunca más pedirle una oportunidad, nunca más dedicarle tu tiempo... Nunca más sentirte inferior...
De todo se aprende, unos antes, otros después. Yo he aprendido a conocerme a mi misma, a saber quien está ahí de verdad, a quererme un poquito más... y aunque hasta ahora no haya sabido elegir bien... algún día sí... y ahí estaré esperando con los brazos abiertos...
NO LE PIENSO DECIR QUE NO AL AMOR...
No hay comentarios:
Publicar un comentario